La marca de ropa que quiere un cambio real en el centro de Bogotá

La Fundación Amor Real, dirigida por Diamantina Arcoíris, presentó en el marco de Barcú una colección que muestra el alcance de los cuatro proyectos que tiene la organización a favor de la población vulnerable del barrio Santafé.

Quienes llevan un tiempo en el mundo de la moda habrán oído hablar alguna vez de la diseñadora Catalina Azuero, quien tuvo en Colombia una marca llamada Aerodinamic por allá a comienzos de la década de 2010.

Hoy su nombre es Diamantina Arcoíris, un cambio que no fue al azar. En 2016, su hermano Camilo Azuero, quien fue habitante de calle debido a su adicción a las drogas, fue asesinado en los llamados “falsos positivos” y eso partió en dos la historia de la diseñadora bogotana. 

Con su nueva identidad, Diamantina Arcoíris decidió hacer algo a favor de la población vulnerable del centro de Bogotá: compró una vieja casa en el barrio Santafé y creó la Fundación Amor Real, que tiene cuatro proyectos con los que busca ayudar a mujeres trabajadoras sexuales, comunidad trans, habitantes de calle y migrantes.

El primer proyecto de fundación, la base de todo, es “Resistencia”, una brigada que se realiza mensual o bimensualmente en este barrio del centro de la capital, en la que se abren las puertas de la casa a las personas que se quieran bañar, hacer uso del salón de belleza y buscar ropa limpia gratis. “En este proceso empezamos a recibir las cobijas de los habitantes de calle. La fundación les da dinero por ellas y les ofrece una manta nueva en otro material”, aseguró la creadora.

Con estas mantas, que pasan por un intenso proceso de acondicionamiento, la diseñadora fabrica abrigos que forman parte de la colección de ropa que mantiene viva a la organización.

El inicio del proceso productivo

El segundo proyecto, que a la vez es el segundo paso de los habitantes de calle dentro de la fundación, es “Rediseñándonos”; en este, Amor Real enseña a bordar a consumidores de drogas para ayudarles a iniciar su proceso de rehabilitación. 

“Son personas que se han ido integrando poco a poco a los procesos creativos y productivos de la fundación, que han ido reemplazando sus dinámicas de consumo por dinámicas de dignificación personal a través del trabajo, al estar ocupados y tener un reconocimiento tangible, como un salario”, aseguró Diamantina Arcoíris. 

Lo anterior, dice la cabeza de la fundación, ha hecho que se vuelva una iniciativa sostenible. “Los habitantes de calle se sienten contentos trabajando ahí. Ellos son la mano de obra de nuestro proyecto, los valoramos y por eso cada vez se toman más en serio su papel de artesanos. Aprenden diferentes puntadas, mejoran sus conocimientos, se integran más fácil a los eventos donde hay gente de diversas partes de la sociedad, y esto hace que cada vez haya menos brecha y más aceptación”, dijo. 

El resultado de este trabajo son prendas confeccionadas por la fundación o reutilizadas que llevan complejos bordados de pedrería que, por lo general, se venden fuera de Colombia. Para darles salida, Diamantina Arcoíris ha hecho giras por Europa. “Llevamos la ropa a lugares donde se aprecian mucho este tipo de proyectos, como Berlín, Ámsterdam, Copenhague, París; allí encontramos a nuestros clientes”.

Un espacio seguro para la población vulnerable

El tercer proyecto es Afrodita Trans, en el que se realizan trabajos paralelos con mujeres Trans y trabajadoras sexuales, que forman parte de la peluquería en casa o participan en sesiones de fotos, reinados y campañas de moda en las que ellas son protagonistas.

Además, inspiraron la creación de la colección Punk Royal —que también se mostró en Barcú— basada en la vida ruda y punk de las calles del centro de Bogotá.

Y, finalmente, está Aluna Ancestral, el cuarto proyecto de la fundación, que es un intercambio de conocimiento en tejido y costumbres con la juventud de la comunidad Ocaina, Bora y Huitoto en La Chorrera, Amazonas, para alejar a los jóvenes del consumo de drogas en territorios rurales y ayudarlos a valorar el conocimiento antiguo de sus etnias de origen. 

La organización también ha trabajado con indígenas Embera Katio y Arhuacos en la producción de prendas en conjunto como una forma de exaltar las piezas realizadas por estas comunidades a las que no se les paga adecuadamente por sus obras.

¿Quieres saber más sobre la fundación o cómo puedes ayudar? Entra a su página web  https://amor-real.love/